RETORNO
Mis esquinas de hoy
son las mismas que ayer
y no es fácil
porque todo ha cambiado
pero todo sigue igual.
Saco tiempo
para jugar a la pelota
chapotiar en la piscina
y explicarle a los nenes
la que hay.
Que la maldad existe.
Que siempre van a haber triggers,
que nos van a disparar.
Que el camino de la rehabilitación
no es lineal
como tampoco lo ha sido
el camino hacia esto
que hoy llamamos casa
aquí, virando a la izquierda
en la luz de la seis cinco.
Que siempre,
por mas vueltas que dé la vida,
estamos aquí.
Para cuando quieran volver.
ÁRBOL DE MAMEY
Cuando yo volví
a la casa de abuela
estaba vacía.
Entiéndase,
ya no estaba mi abuela
ya no había juguetes
en el cuarto de los juguetes
había polvo por todos lados
y la puerta no cerraba bien.
Había una hipoteca corriendo
y un seguro
que no respondió por el desastre.
La terraza estaba sin techo
y del patio sólo quedaba
el árbol de mamey.
ASCENDIENTES
Nunca supe por qué
abuelo pasaba sus tardes
sentado
bajo el árbol de mamey.
Puse una silla allí
me senté y lo sentí.
Me sentí
cómodo, cálido, contento
con su presencia.
Ahora entiendo muchas cosas
y me bastan las tardes aquí
arrimado a esta sombra
aunque el calor ahora es distinto
al de 1996.
LA HIPOTECA
Abuelo trascendió
en el nueve seis
y la abuela quedó destruida.
¿Cómo se superan
cuarenta y dos años?
La casa le quedó grande
y lo trató todo.
Empezó dividiéndola en dos.
Y no bastó.
Sacó una hipoteca
en medio de la burbuja inmobiliaria
para dar el pronto de otro apartamento.
El negocio salió mal
la burbuja estalló
y se quedó pillá con la deuda.
DESCENDIENTES
Yo siento mucho
haberles hecho nacer
al desastre.
No haber hecho más.
Deberles un mejor país
un aire acondicionado
o, aunque sea,
un abanico de techo.
Sé que merecen más
y estamos trabajando.
Les regalo, por ahora,
a mis vecinos de siempre
y sus hijos como amigos nuevos.
Mi disposición
de hacer hogar con ustedes
y pagar esta hipoteca
para no perder la casa.
del libro La hipoteca (La Impresora, 2019)
_____________________________________________________
Gamelyn Felipe Oduardo Sierra (San Juan, Puerto Rico). Abogado y artesano. Cursó estudios en Ciencias Políticas, Gestión Cultural, y Derecho, en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico y en la Universidad de California en Berkeley. Sus experiencias como activista le han llevado a dar conferencias en varias universidades de Estados Unidos y México. Autor de Encandilar (Disonante, 2014), En Cantos (La Impresora, 2018) y La Hipoteca (La Impresora, 2019). Es papá de Fidel y Diego.