LA MUERTE NO ES TAN GRANDE
La muerte no es tan grande
cabe en 10 rectángulos 6×15
acomodada en un tabloide.
Un tabloide de $15 pesos
guarda la existencia de una persona:
las veces que sonrió
las veces que vio
y fue visto
las veces que cantó
y bailó.
Guarda los pasos de todas las casas
y calles por las que anduvo.
Las hojas de los libros que pasaron por sus manos.
Las veces que abrió el refrigerador,
tomó un cuchillo y cocinó.
Los brazos en los que estuvo y
todas las personas a las que amó.
La muerte no pesa tanto,
tiene apenas el peso una hoja couché;
a veces con brillo,
a veces mate.
Pero sostiene cajas llenas de ropa,
que jamás volverán a usarse,
cabezas sin ningún hombro que detenga su caída.
La muerte puede imprimirse
los sábados y los domingos a 10 pesos.
Puede salir, al lado de estampitas de cantantes de K-pop.
La muerte no es tan triste,
es blanca y azul.
—O del color que sea el cielo de su creencia.
Si algún deseo me queda es que la mía sea
menor cosa que un tabloide.
SAN JUAN
Mi madre busca un «te quiero»
en los huevos que hoy trajimos del supermercado.
No lo dice, pero yo sé,
compra esa marca para ver el cielo
en esas letras azules;
busca el peso que le da cada pluma,
caída accidentalmente en la casa,
en esos cascarones
blancos de fe.
PONGAMOS QUE TENGO 10 AÑOS
Pongamos que tengo 10 años
y es domingo,
mi madre
ha dejado
su luto,
vamos
en el Mustang
azul
que hizo de Van
familiar.
Llegamos:
es la primera vez
que entro a McDonald’s,
pido una cajita feliz
y la abro;
voy a los juegos,
me olvido de ella
y su sombra.
Pongamos que tengo 10 años
y no estoy aquí,
detrás de una pantalla,
comiendo
el amor que no tengo
en forma de grasa
polinsaturada
con queso extra.
DE LA ESPERA
En el asador
queda un cuarto
de cebolla chamuscada
esperando por alguien
que venga a recordarle
esto:
la blancura blanda
de la caricia.
Termina la fiesta.
Recogemos los utensilios,
echamos en bolsas negras
las botellas y rodajas de limones,
la bolsa vacía del carbón,
los plásticos y uniceles.
Ella, como el amor,
puede esperar hasta
la siguiente fiesta.
Elizabeth C. Lara (La Paz BCS, México. 1992) Poeta, docente ELE y mujer cangrejo. Es egresada de la Licenciatura en Lengua y Literatura de la UABCS y los diplomados en Creación Literaria y Literaturas Mexicanas en Lenguas Indígenas del INBAL. Su poemario Grietas, Premio Estatal de Poesía Joven 2017, fue incluido en la antología Altares (ISC, 2018). Algunos de sus poemas se encuentran en Selfie Poética (Los Pinos, 2020) y Novísimas (Los Libros del Perro, 2020). Recientemente fue publicada en la revista “Fractal” de San Diego Poetry Annual.