COSAS QUE HAGO EN MI PAÍS
sentarme a mirar el
techo de un auto
desde adentro cenar con
nuevos amigos en lugares
no concurridos sacar la
libreta del bolsillo apuntar
una que otra cosa
decir que es un
poema sobre algo que
llegará de pronto pensar
en ti reemplazar la
figura crear historias en
plural no contárselas a
nadie cambiar de empleo
cantar en mi cabeza
en un auto ajeno
preguntar por ti y
pensar en lo que
haría si pronto todo
se ordena y dejo
a un lado las
preocupaciones de siempre escribir
este poema y otros
que lo acompañen fundar
un archipiélago de luces
dedicarte mil canciones y
cuando se cumpla un
año de haber profetizado
todo esto culminar diciendo
que te dejé muchas
notas sin que lo
supieras pero ya no
estoy en tu país
parece que desaparecí o
mejor simplemente me fui
PERSONAS DE OTRO SIGLO
mi teoría consiste en
imaginar que en aquellos
años lejos de los
nuestros los jóvenes aprendían
sobre cosas que aún
nos conciernen tironeando libros
a escondidas de sus
padres encerrados en sus
cuartos bajo la luz
del armario lo suficientemente
lejanos como para leer
a Baldwin y llorar
sin consuelo enamorarse de
otros hombres por la
forma en como describen
un fin de semana
en el suburbio y pasaban
el tiempo que podían
con sus amigas y
amigos informándose sobre la
liberación de las
mujeres con teóricas de
la segunda ola bajo
el brazo son personas
de otro siglo que
perviven en mensajes traídos
para cultivar la esperanza
de amar y gestionarse
de toda forma posible
hasta que podamos cruzar
el umbral de la
casa sin la preocupación
de que uno de
los nuestros no regresen
a decir qué tal
servirse un plato en
la cocina romper un
vaso y despertar al
perro con los crujidos
del vidrio mientras trata
de quitarse la vergüenza
que se asoma en
la preocupación de quienes
continúan habitando la casa
sin preocuparse tanto por
el accidente alzando la
voz para preguntar qué
pasó te ayudo te
cortaste
LA APERTURA CONTINUA
el folleto del censo
pillado en la verja
de la señora que
camina todos los domingos
a su iglesia la
brisa meciendo su pequeño
y cuidado jardín produciendo
un sonido similar al
de un aplauso al
chocar con la bolsa
que contiene el folleto
de qué se componen
estas cosas que nos
vemos obligados a ignorar
mientras usamos el papel
de los anuncios para
abanicarnos es aquí cuando
menos pensamos en el
por qué de la
existencia doy fe de
esto y de otras
pocas cosas usamos ese
instante para dar las
gracias de poder olvidarnos
que estamos aquí del
todo
EXHILITARING POEM ABOUT NOTHING IN PARTICULAR
se cuenta con tan
poco una taquilla de
cine doblada en el
bolsillo izquierdo del pantalón
el derecho a lo
esencial la primera sinfonía
de Brahms o de
algún compositor que mi
padre admira con esmero
sonando en el camino
de regreso mientras coloco
algunas cosas sobre la
mesa hojeo las canciones
disponibles para la noche
sin importar que dentro
de poco lo ignoraré
por hablar de este
momento que me brinda
palabras suelta como dádivas
y acorta la idea
de un instante similar
a este donde existan
figuras como las nuestras
cuando nos privamos para
escaparnos en cualquier pieza
en do menor queriendo
ejercer la corta tarea
de ignorar las pantallas
mientras nos desvanecemos suavemente
mirando los subtítulos
Jean Alberto Rodríguez-Torres (Bayamón, Puerto Rico 1997) es un poeta y músico puertorriqueño. Estudió Literatura Comparada en la Universidad de Puerto rico, Recinto de Río Piedras. Es el autor de Las dimensiones finitas (Ediciones Aguadulce, 2019). Algunos de sus poemas aparecen en revistas tales como América Invertida y Caminos Convergentes. Traduce poemas del inglés al español. Es 1/3 de la revista foto-literaria Demoliendo Hoteles (www.demoliendohoteleslit.com).
Me encantaron a seguir escribiendo poesía de la buena !
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